miércoles, 31 de julio de 2013

Redacción (2) :



ZAPATERÍA ZAPATO


Había una vez, un chico llamado Ricardo, vivía en un pueblo de la Sierra de Cádiz, llamado Algodonales. Su familia era humilde, sus padres trabajaban mucho para poder comer lo suficiente. Su padre trabajaba en el campo todas las semanas, su jornada era muy intensa, trabajaba todos los días de cuatro de la madrugada hasta las dos de la tarde y su madre ayudaba a su marido en el campo, pero ella tenía diferente horario de las siete de la mañana a las tres de la tarde, aunque los padres de Ricardo trabajaran mucho su hijo estaba totalmente ayudado en los deberes, en sus juguetes...

Ricardo era un chico amable y simpático. Le gustaba jugar al fútbol, pero lo que le encantaba era todo tipos de zapatos. 
Cuando él era pequeño decía que quería tener una zapatería, por el eso él tenía una hucha y ahí todos los días metía dos euros, para cuando fuera mayor pudiera comprarse un local y usarlo como una zapatería. 

Como todo el mundo crece, él creció y creció hasta llegar a los veinte años, en esa edad recogió todo el dinero que había recaudado en su hucha, para invertir en su local. Pero no le llegaba todo el dinero para su local, así que sus padres le ayudaron por todo el esfuerzo que había hecho.
Con el dinero de la hucha y le dinero que le había dado sus padres, pudo comprar su propio local. 

Al principio empezó muy bien el negocio, pero poco a poco fue disminuyendo todos sus clientes. Como los clientes no iban bastante, el tenía que pensar en una idea para vender más calzados, así que se le ocurrió una idea fantástica. El decidió que para llamar la atención en vez de hacer un local corriente, como todos, hacer un local con forma de zapato, pero tuvo un inconveniente tenía que estar parada la tienda dos semanas, por la reforma. 

Cuando terminó toda la obra y empezó otra vez el negocio, le fue todo perfecto porque todos los turistas o personas de del pueblo le llamaban la atención y cada vez que pasaban, entraban y compraban los calzados. 

Así termina este cuento, quiero decir que la vida es un sacrificio y hay que aprovecharla.

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